Toda la tecnología tiene sus límites físicos. La industria del automóvil está luchando con la autonomía de los vehículos eléctricos, los fabricantes de células solares están buscando una mayor eficiencia en la generación de energía eléctrica. Para los fabricantes de auriculares, el desafío está en el campo magnético, para decirlo con más precisión: en la frontera mágica de 1 tesla.
Los científicos definen tesla como unidad de inducción magnética o densidad de flujo magnético en el sistema metro-kilogramo-segundo de unidades físicas. Fue así nombrado en honor al ingeniero eléctrico Nikola Tesla, nacido en 1856 en la actual Croacia.
Con sus invenciones en corriente alterna, hizo que la transmisión de energía eléctrica a larga distancia fuera posible. Este hecho apenas se conoce, mientras que su contemporáneo y rival profesional Thomas Alva Edison goza de la más alta estima, tal situación está conectada con los objetivos auto-impuestos por Tesla. En lugar de éxito comercial, fue a la búsqueda de respuestas a problemas aparentemente insolubles que le fascinaban.
Este espíritu pionero de Nikola Tesla también inspiró a ciertos fabricantes, cuando se trataba de revolucionar uno de los productos de audio, los auriculares. La unidad tesla les presentó un reto diario, ya que los valores superiores a 1 tesla se consideraba difícil de lograr en la construcción de los auriculares. Aquí, cada aumento de la densidad de flujo puede proporcionar inmensas ventajas. Las bobinas de voz pueden ser mucho más livianas, por consiguiente reaccionar más rápidamente, mientras que el sonido generado logra mayor precisión y riqueza de detalles.
Al mismo tiempo, mejora la utilización de la energía y el oyente puede escuchar más alto con menos gasto de energía.
Ing. Carlos Maiocchi
Gerente General – Equaphon