A la hora de trabajar con audio en un recinto es importante conocer sus parámetros acústicos. Ya sea para una instalación fija o un evento particular, siempre conviene medir el lugar en donde se va a trabajar. En este post se explica brevemente cómo obtener la respuesta al impulso de un espacio minimizando la posibilidad de error.
La respuesta al impulso de un recinto contiene información tanto temporal (ver: Reflexiones tempranas y reverberación) como espectral (mismos parámetros temporales analizados por bandas de octava). Calcular el tiempo que le toma al sonido decaer 60dB (RT60) o la distancia temporal entre el sonido directo y la primer reflexión (ITDG) es relativamente fácil con un software de medición (SATlive, REW, Aurora, etc.). El desafío está en obtener una buena respuesta al impulso.
La calidad de la medición va a depender en gran medida de la fuente sonora. Es importante contar con una fuente capaz de:
- generar energía en todo el ancho de banda audible de forma equitativa (respuesta plana y de rango completo)
- superar el ruido de fondo en al menos 45dB SPL
- ser omnidireccional
- tener repetibilidad
Los globos, por ejemplo, son la forma más simple de generar un impulso. Con un micrófono, una computadora portatil y varios globos es posible caracterizar un recinto de forma rápida.
La explosión del globo es un ruido impulsivo que contiene energía en un rango amplio de frecuencias, sin embargo, en ambientes ruidosos no logra una buena relación señal ruido, en especial para bajas frecuencias. Tampoco es repetible, la cantidad de aire que contiene, el punto de «pinchadura» y la forma en la que explota son variables que modifican el sonido resultante y su diagrama directivo. Esto puede generar cierto nivel de incoherencias en los resultados. Existen papers científicos acerca de las características sonoras de los globos en donde se describe en profundidad sus virtudes y falencias. También es común el uso de pirotecnia o disparos para generar impulsos, la principal limitación de estos métodos es el ancho de banda. No hay que olvidar que para reproducir baja frecuencia, la fuente debe tener un tamaño proporcional a la longitud de onda, de otro modo sólo se genera energía reactiva.
Otros tipos de fuente utilizadas en medición son los arreglos omnidireccionales de parlantes. Un dodecaedro es una figura geométrica con 12 caras, si en cada una de ellas se coloca un parlante, entonces se puede lograr una fuente prácticamente omnidireccional. Las ventajas de utilizar un transductor son varias. Se puede lograr repetibilidad y es posible el uso de señales de prueba complejas (ver: Señales de prueba y Barrido senoidal) que optimizan la relación señal ruido y excitan el ancho de banda completo, de forma plana y con directividad constante. Estos arreglos suelen estar acompañados de un subwoofer para extender su rango de trabajo.
Lo siguiente a tener en cuenta es el punto de medición. Cada posición de micrófono tendrá su única respuesta al impulso. Dependiendo de las características físicas del lugar, la respuesta puede cambiar más o menos de una posición a la siguiente.
Es importante la correcta posición del micrófono. No se aconseja colocarlo en el centro de la sala debido a que generalmente allí se encuentran los nodos de los modos normales de vibración (ver: Modos de resonancia y ondas estacionarias en recintos). Tampoco muy cerca de pisos, paredes o techos que pueden generar refuerzos o cancelaciones en frecuencias puntuales debido a las reflexiones. Medir en un único punto es riesgoso. Se acostumbra medir como mínimo tres posiciones de micrófono. El resultado final es un promedio entre todos los puntos medidos.
En síntesis. Para conocer la respuesta al impulso de una sala se debe generar una señal impulsiva (u obtenerla con otros métodos) y grabar la «respuesta» del recinto a ese impulso en diferentes puntos. El audio obtenido se procesa con un software de medición y se extraen los parámetros acústicos.
La fuente y la metodología utilizada definen la credibilidad de la medición. Una fuente con poca repetibilidad, un elevado ruido de fondo o una mala colocación de micrófonos pueden generar confusión e incoherencia en los resultados, haciendo de la medición algo inutilizable.
Facundo Ramón
Investigación & Desarrollo – Equaphon