En post anteriores se habló de los sistemas distribuidos y de la cobertura de los sistemas de sonido. Se acostumbra pensar en los sistemas de sonido como la cobertura desde un punto específico que en general es el escenario (allí es donde se debe prestar atención), a veces complementados con demorados para mantener la claridad del sistema a la distancia. Pero la concepción de los sistemas distrbuidos es diferente, no hay un punto de origen determinado desde el cual se deba cubrir un área. De hecho se podría decir que pretenden todo lo contrario, generar una cobertura homogenea sin identificar el punto de origen, siendo ideal recorrer toda un área sin notar cambios de presión sonora o respuesta en frecuencia (a menos que sean intencionales).
Aunque suena idílico que ambas condiciones sucedan, se pueden plantear distribuciones coherentes en base a las herramientas y conceptos vistos en el post de cobertura. De manera análoga a los sistemas convencionales, aunque existan programas de simulación dedicados a predecir las instalaciones (ej: Ease Address), siempre es últil tener una idea rápida de cómo resolver la instalación para luego mejorarla o corroborarla con simulaciones.
En este caso debido a que lo más común en sistemas distribuidos es utilizar parlantes de techo, una de las informaciones necesarias es la altura o alturas del lugar a sonorizar, en base a ésta se puede estudiar el área que va a cubrir cada parlante.
Ejemplo: Un parlante especifica cobertura de 100 grados, y se deben instalar en un techo con 3,5 metros de altura. En principio hay que considerar la altura promedio del oyente, en especial si va a estar sentado o parado. En este caso tomemos una altura promedio parado de 1,7 mts. Quiere decir que la distancia entre el parlante y el oyente es de 1,8 metros. Podemos suponer que la cobertura del parlante es de forma cónica, entonces se puede recurrir a la trigonometría para calcular el radio cubierto.
Donde h es la distancia del parlante al oyente y θ el ángulo de cobertura del parlante. Con este cálculo el ejemplo nos da un radio de 2,145 metros, se puede visualizar en la siguiente figura.
Lo coherente entonces sería agregar otro parlante en donde deja de haber cobertura y así hasta completar el área a sonorizar, el resultado se ve en la figura 2.
Ahora si extiende esta distribución, supongamos en un local de 21 x 17 mts, la vista superior de la cobertura de los parlantes sería como en la siguiente figura 3.
Es notorio que con los 20 parlantes distribuidos quedan espacios mal cubiertos debido a esta distribución, esto puede ser optimizado de dos maneras. La primera sería acercar los parlantes de manera de solapar en mayor medida las coberturas (figura 4), es decir que el punto de cruce entre parlantese sea más alto.
A favor de esta disposición está la mejor cobertura y la posibilidad de generar mayor SPL final (aunque en general esta no es la prioridad). Otro punto a favor sería la posibilidad de trabajar a menor nivel, esto se debe a que en promedio el oyente tiene más fuentes cerca. En contra, la cantidad de parlantes agregados, ahora son 36 parlantes (¡casi el doble!) lo que implica también un amplificador de mayor potencia. También se puede plantear un solapamiento menor para reducir la cantidad de parlantes. Otra manera de mejorar la cobertura sería como en la siguiente figura 5.
Con esta distribución la cobertura es bastante homogenea salvo por los extremos del recinto, habría que discutir la necesidad de tener cobertura en las inmediaciones de las paredes del recinto. En este caso la cantidad de parlantes utilizados es de 18, similar a la distribución de la figura 3.
Ing. Eduardo Sacerdoti
Investigación & Desarrollo – Equaphon