Los limitadores de un sistema de sonido son parte muy importante del proceso electrónico y están ubicados como última etapa de cada vía activa, previos a los amplificadores de potencia siendo su objetivo el fijar valores máximos de salida.
El ajuste de los limitadores no es una operación sencilla y es el resultado de ensayos de campo en tiempo real y con distintos programas de laboratorio y musicales de diverso contendido espectral y dinámico.
Si bien es cierto que hay “calculadores” para obtener valores de estos ajustes, también es cierto que deberían ser tomados solo como guías de referencia.
Si tenemos en cuenta que su calibración depende del diseño del gabinete, de las bandas de trabajo asignadas a los distintos transductores, de la disipación de los mismos, y de las ecualizaciones aplicadas, podremos rápidamente concluir que no hay “un ajuste correcto” de limitación para un determinado tipo de transductor. Lo hay para un transductor bajo determinadas condiciones de trabajo.
En aplicaciones profesionales, los limitadores deberían activarse solo en casos eventuales y por cortos periodos de tiempo y es responsabilidad del operador mantener el sistema dentro de estas condiciones.
En caso de que esto no sucediera, y los limitadores permanecieran activados por largos períodos de tiempo, podría ser un indicador de que la cantidad de equipo empleado es insuficiente, que la angulación de los gabinetes no es la mejor para la obtención del SPL buscado o que esos niveles de SPL ya son altos pero, por cansancio o condiciones de escucha lejos de las ideales, no se perciben como tales, entre otras cosas.
Afortunadamente los transductores son elementos que soportan, dentro de un rango relativamente limitado, algunos abusos por cortos periodos y además nos envían claras señales de estar siendo sobrepasados en sus capacidades. Esas señales pueden manifestarse por ruidos mecánicos o bien por altos y audibles valores de distorsión armónica que alertan a un operador entrenado sobre una situación de riesgo.
Por estos motivos el seteo de los limitadores siempre es una solución de compromiso:
A mayor seguridad menor sonoridad
En otras palabras: si se pretende proteger absolutamente un sistema del mal uso, del abuso, u otras anormalidades mediante su electrónica se lo hará a costo de que la performance se vea seriamente comprometida.
Los sistemas modernos incorporan dos tipos de limitación simultánea:
Limitador de Picos que evitan, principalmente, el recorte de picos del canal de amplificación y, en algunos casos, la excursión máxima del transductor.
Limitador RMS que mantienen estos valores a niveles aceptables a fin de no recalentar o quemar las bobinas móviles de los transductores.
En Equaphon contamos para ello con una herramienta diseñada y construida por nuestro Departamento de Investigación y Desarrollo: el VCTemp.
Se trata de un hardware y un software desarrollado para medir la temperatura de las bobinas de los transductores así como también el voltaje y corriente aplicados empleando cualquier programa y en tiempo real.
Este dispositivo entrega lectura directa de todos estos valores, y más, de manera de poder realizar los ajustes de nivel y dinámica de los limitadores RMS con extraordinaria precisión.
Más información aqui.
En síntesis, aún con un sistema correctamente protegido por su electrónica, hay que tener en cuenta que es imprescindible aplicar simultáneamente la herramienta más efectiva para su correcto funcionamiento y la seguridad de sus componentes y que está, literalmente, en nuestras manos.
Alberto Escriña
Investigación & Desarrollo – Equaphon