Este es un tema donde siempre se presentan dudas y confusión, la pregunta sería ¿cuál es la potencia que le podemos entregar a un determinado altavoz sin que este se dañe?
A esta aparente simple pregunta le corresponden varias respuestas; las mismas dependen fundamentalmente del tipo de señal que le entreguemos al transductor.
Si a nuestro transductor le entregamos una señal sinusoidal continua de una frecuencia que corresponda a la banda de uso del transductor tendremos una respuesta, si es un determinado programa musical filtrado debidamente en el rango de utilización del transductor tendremos varias respuestas las mismas corresponden fundamentalmente a las características del programa musical empleado y a su dinámica, por este motivo hay algunas normas en la industria que logran dar una respuesta.
Cuando se especifica Potencia Nominal la misma se puede medir según la norma AES2-1984. El transductor bajo prueba es accionado por un período de dos horas con una señal de ruido rosa que tiene un factor de cresta de 2 (o 6 dB), la misma es filtrada en el rango de trabajo del propio transductor. Por ejemplo, un rango de 50-500 Hz es típico para las pruebas de altavoz de graves. Los altavoces de cono se ponen a prueba al aire libre; los drivers de compresión se acoplan a una bocina determinada. La potencia se calcula utilizando el valor eficaz de la tensión aplicada – promedio durante el período de prueba – y el valor mínimo de impedancia eléctrica en el rango de trabajo del altavoz. Después de la prueba, el transductor debe estar en buenas condiciones, sin ningún impacto permanente en su desempeño.

Driver de compresión
Dado el carácter transitorio de la mayoría de los programas musicales, cuyo factor de cresta esta generalmente por encima de 8 a10 dB, se acostumbra a especificar Potencia de Programa Continuo, como el doble de la Potencia Nominal, en ese caso nuestro amplificador de potencia deberá entregar a nuestro parlante la potencia de programa continuo recomendada para poder explotar las capacidades térmicas y mecánicas del transductor sin ningún recorte en la etapa de amplificación. Por el contrario, cuando el amplificador es empujado permanentemente a sus límites y muestra la saturación frecuente, su especificación de potencia máxima debería ser inferior a la Potencia Nominal del altavoz para asegurarnos que esté no se dañará.
Podemos decir que en el caso de utilización del sistema de refuerzo con programa en vivo (mayor rango dinámico) perfectamente podemos considerar que el amplificador puede desarrollar la potencia de programa continuo con que está especificado el altavoz, en el caso de reproducción de música grabada deberíamos utilizar un amplificador que entregue la potencia nominal del altavoz.
Esto es valido siempre que no se utilicen en nuestro sistema de refuerzo sonoro procesadores donde podamos limitar la potencia RMS que entregan los amplificadores, en ese caso siempre es conveniente utilizar amplificadores que entreguen la potencia de programa continuo o mayor aun que esa cifra.
Ing. Carlos Maiocchi
Gerente General – Equaphon