El rendimiento, es la relación entre la potencia consumida de la red eléctrica y la potencia entregada a nuestros parlantes, en estos modernos amplificadores es del 95%, sólo el 5% de la potencia consumida de la red eléctrica es disipado en calor. El rendimiento real de un equipo convencional es del 48%.
Debido a que no hay que disipar grandes potencias se puede reducir el tamaño y el peso de estos amplificadores, ya que no son necesarios grandes disipadores de calor y debido a la utilización de fuentes switching también ahorramos tamaño y peso ya que los transformadores de alimentación se reducen tremendamente.
Estos amplificadores trabajan con el principio de PWM (modulación de ancho de pulso) y son conocidos como amplificadores clase D.
Este principio de modulación de ancho de pulso es utilizado desde hace muchos años en fuentes de alimentación de distintos equipos electrónicos, y también en el control electrónico de motores eléctricos en trenes y en la industria.
La señal de audio modula el ancho del pulso, la etapa de salida del amplificador siempre esta trabajando a una tensión máxima o bien a una tensión mínima, no hay estados intermedios como en los amplificadores convencionales, la frecuencia que se emplea en esta conmutación es de 250 KHz, esta frecuencia es fija, lo que la señal de audio varia es el ancho de los pulsos; si a la salida de esta etapa colocamos un filtro pasa bajos eliminamos completamente la señal de 250 KHz y solo tendremos en nuestra salida la señal de audio que originó la modulación del ancho de los pulsos, pero amplificada (mayor amplitud y mayor manejo de corriente).
Ing. Carlos Maiocchi
Gerente General – Equaphon